Me contaba que estuvo en una tienda de lo más "cool", en la que estuvo la friolera de 5 horas con el vendedor, recibiendo consejos (buenos y originales, según me contaba). Al acabar la visita, le insistió al vendedor en dejarle un teléfono de contacto. Y el vendedor le dijo que no hacía falta, que si quería algo, ya le dirían. (Si yo hubiese sido el vendedor, después de 5 horas de entrevista de venta, le hubiese pedido hasta la fecha del primer empaste...)
Por otro lado, estuvo también en otra tienda en la que también le atendieron muy bien, le diseñaron un dormitorio y salón con propuestas diferentes al resto, pero en la que antes de levantarse, le pidieron el teléfono y le preguntaron cuando podían ir a medir.
Olé, eso es un cierre de ventas, y lo demás son tonterías. Eso es un vendedor. Un Profesional de las Ventas.
Así que la pregunta es: ¿vendes o te compran? ¿estás tan sobrado que después de hacer tu labor de asesoramiento dejas que el cliente se escape por la puerta, tan tranquilo?
Si en tu negocio vendes cosas caras, proyectos de decoración, de boda, etc, pide siempre el teléfono y llámale al cliente para interesarte por la venta, si ha mirado más cosas, si tiene dudas, etc
Y si vendes cosas pequeñas, también. O si te piden algo que en ese momento no tienes, pero que sí sueles tener, pregúntale si quiere que le avises cuando repongas stock (y le pides el teléfono, claro ;-)
Y si ni tienes, ni piensas tener, pero sabes quién lo vende y no te hace competencia directa a tu "centro del negocio", ofrécele la información. No ganarás una venta, pero habrás vendido tu imagen de profesionalidad, de marca.
Acuérdate, la pelota siempre debe estar en tu campo. Debes pedir un e-mail o un teléfono para mantener el contacto con el cliente, para preguntarle, seguir el proceso de compra, hacerle contraofertas, etc.
Recuerda que hay muchos clientes que por timidez, falta de carácter de negociación, por educación, etc, no son capaces de llamarte para decirte que tu proyecto es el que más le gusta, pero que le parece caro. Y con una llamadita por tu parte, preguntando, "entonces, ¿el problema es el precio? ¿si fuese más barato lo comprarías en mi tienda?" podrías llevarte el gato al agua. Parece tonto, pero es real. Y sencillo...
Ya ves, con 30 segundos más, después de 5 horas de mostrar el proyecto, tal vez el vendedor de muebles de mi amigo, hubiese podido cerrar la venta. Pero ahora será imposible, ya que no tiene cómo comunicarse con mi amigo.
Buenas ventas!!
"Tengo seis honestos sirvientes (ellos me enseñaron todo lo que sé) Sus nombres son: Qué; Por qué; Cuándo; Cómo;Dónde y Quién”"
RUDYARD KIPLING
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